Lo importante eres tú

Mar 26, 2018

Hace 6 años empezamos un proyecto totalmente desconocido, pero no por ello menos interesante…SER FAMILIA DE ACOGIDA. 

Estando un día viendo la televisión salió en un programa que hacían falta familias para acoger niños, que o bien estaban en un centro de menores o por diversas circunstancias eran retirados de su familia biológica, y cuando terminó dieron un número de teléfono. 

En aquel momento nos preguntamos cómo podíamos ayudar, llamamos y nos dieron una cita para informarnos. En la reunión nos explicaron los tipos de acogimiento que hay, entonces preguntamos que para qué tipo de acogimiento hacían falta más familias y nos dijeron que familias de urgencia, y les contestamos que ahí estábamos nosotros (familia de acogida de urgencia significa tener las 24 horas del día el teléfono disponible por si te llaman por si hay una retirada de un niño).

Recibimos la 1ª llamada, el corazón se pone a mil por hora, era una bebé de tan solo 12 días y del hospital llegaría a casa. Cuando la tienes en tus brazos no puedes explicar que sentimientos tienes: ilusión, zozobra, miedo a no saber si serás capaz de llevar adelante el proyecto que con tanta ilusión has empezado. Pero cuando van pasando los días te vas dando cuenta que vas superando las situaciones que al principio se veían difíciles, porque recibes mucho más de lo que tú puedes darle. 

Llegas a quererla tanto que el día que te dicen que le han encontrado familia adoptiva tienes sentimientos encontrados: ALEGRÍA por tener una familia para siempre, pero a la vez TRISTEZA porque se va de casa, pero te quedas con esos maravillosos meses en los que has disfrutado de ella. 

No había pasado ni una semana, aún lo estás pasando mal porque tu pequeña se ha ido, cuando vuelve a sonar el teléfono y nos dicen que hay otro niño para nosotros. En ese momento vuelves a ilusionarte y a la vez la preocupación de cómo será, cómo vendrá …ya que estos niños vienen de familias desestructuradas. 

Esta vez era un niño con 20 meses y muchas necesidades debido a su prematuridad, por lo que tienes que implicarte mucho más. Entonces es cuando te das cuenta de cuantas cosas repara todo el amor y los cuidados que se le pueden dar un niño que no es tuyo y además sabes que algún día se irá de tu casa. 

Estuvo 14 meses en casa y cuando llega el momento de la despedida lo vuelves a pasar mal, pero con la satisfacción de haber hecho todo lo que estaba en tus manos, siempre estará en tu corazón y en tu mente. 

Después de este acogimiento tuvimos un descanso de tres meses. 

Vuelve a sonar el teléfono y el corazón se pone de nuevo a mil por hora cuando te dicen que hay otra bebé, una niña de tan sólo un mes y además sietemesina, que del hospital viene a casa. Con la misma ilusión empiezas a preparar su cuna, su ropita, el carro…estás deseando ver esa carita que necesita de tu amor y cuidados. 

Este acogimiento más complicado que el anterior, además de prematura le había faltado el oxígeno al nacer y con ello todos los problemas que ello conllevaba y muchas visitas médicas. 

Cuando llevaba un año en casa nos llaman desde protección de menores para decirnos que querían hablar con nosotros. Iban a empezar a buscarle familia definitiva, pero era difícil encontrarla debido a sus problemas. 

Nuestra reacción fue que queríamos que le encontraran una familia que la quisiera igual que la queríamos nosotros, pero nos vuelven a decir que es difícil. 

Después de dos años nos vuelven a llamar para decirnos que no han encontrado familia, que han buscado a nivel de Sevilla, Andalucía e incluso a nivel de nacional y que no hay ninguna familia que se adapte al perfil solicitado, por lo que tendría que ir a un centro de menores con necesidades especiales. 

En ese momento se nos vino el mundo encima, nuestra pequeña por la que tanto habíamos luchado tendría que ir a un centro. Pero lo teníamos claro, nuestra niña no iba a ir a un centro porque tenía una familia, NOSOTROS. 

Nos dijeron que tendrían que estudiarlo y pasado un mes nos llamaron para decirnos que seríamos familia de acogida permanente , que nuestra niña se quedaba con nosotros para siempre.  

Ya lleva cuatro años en casa y es parte de nuestra FAMILIA. 

Cuando dices que eres familia de acogida siempre te dicen igual, “yo no sería capaz”, a lo que nosotros contestamos que no sean egoístas, que se piense en el bien que se le puedes hacer a ese niño y no en lo mal que lo pasarían cuando el niño se vaya. 

El ser familia de acogida nos ha dado muchas alegrías y nos ha hecho vivir momentos únicos, nos ha brindado la oportunidad de conocer a grandes personas que se han convertido en parte de nuestra familia (Papás de nuestros niños de acogida). 

Pero sobre todo nos ha hecho crecer más como personas y ver la vida desde un punto de vista más humilde y desde la mirada inocente de un niño.

Por eso nos sentimos orgullosos de ser FAMILIA DE ACOGIDA.