Compañeras de camino

Mar 2, 2018

Hace siete meses que comparto mi espacio y mi vida con una niña de 9 añitos de la que estoy aprendiendo tantas cosas que no sabría enumerarlas.

He vivido (y estoy viviendo) estados emocionales muy dispares, desde sentir “puro rechazo” hasta sentir el “amor más puro” y digo “puro” porque los niños lo hace todo así, sin ningún filtro. Como dice Jesús Palacios es “nadar a contra corriente” lo que hacemos las familias de acogida.

Solo puedo contar la maravillosa experiencia que vivo y que siento cuando descubro todo lo que mi niña me aporta, es un espejo para mi, su estado emocional dañado hace que todas mis debilidades y fortalezas estén a flote cada día.

A pesar de todos los momentos difíciles y duros, de no saber cómo reaccionar a veces y de sacar todas mis dudas y mis miedos, es un lujo la oportunidad que la vida me está dando, de satisfacción, de aprendizaje y de vivir momentos mágicos, como cuando empieza a llamarte “mami” o como cuando te sientes cuidada por ella; su madurez es tal, que pienso que será mi niña y mi compañera de camino en un futuro.

Animo a todo aquel que quiera vivir una experiencia tan enriquecedora y tan bonita como esta y os presento uno de sus primeros dibujo, que han marcado parte de nuestro proceso.